Domingo Sangriento
Por Diego
Dipierro
diego_317@hotmail.com
La
mitad de ellos no superaba los 20 años, y murieron siendo víctimas
de los disparos de la policía manifestándose pacíficamente.
Empezaba 1972 en Derry, Irlanda del Norte, y el conflicto entre ingleses e
irlandeses atravesaba uno de sus momentos más trágicos. Los
reclamos en contra el internment, el encarcelamiento sin juicio previo a los
sospechosos de pertenecer a la IRA (Irish Republican Army), se intensificaban.
Esta vez, la protesta contaba con el compromiso de que ninguna de las dos
facciones de la IRA participaría en la manifestación: más
de 15000 personas se congregaron pacíficamente. Así llegó
el Sangriento Domingo 30 de enero de 1972, cuando catorce personas murieron
a causa de los disparos efectuados por la fuerza paracaidista británica.
La tragedia suscitó graves incidentes en diversos puntos de Europa
e incluso en EEUU, además de un importante engrosamiento de la IRA,
que hizo recrudecer los conflictos. Claro que no siempre las reacciones fueron
violentas: la música y el cine hicieron de este cruento día,
a su manera, una forma de manifestación social.
En 1983 la banda irlandesa U2 editó su disco War, que incluye una canción
que hoy en día sigue formando parte de sus recitales, Sunday, bloody
Sunday. Era una canción que necesitábamos hacer. Mientras
girábamos por el mundo, se nos preguntaba sobre la guerra en Irlanda
del Norte, y necesitábamos tomar una posición al respecto. Y
sentíamos que era un argumento válido, y bien opuesto a la música
pop brillante y feliz. Con estas palabras Adam Clayton, bajista de la
banda, explicaba el origen y la necesidad que sintieron al momento de componer
la canción. La letra del tema describe los hechos de aquella jornada
y reclama (mediante preguntas) por el fin de las guerras y los conflictos
violentos. Bono (voz y frontman de U2) también suele nombrar a las
víctimas del Domingo Sangriento durante los últimos momentos
de la interpretación en vivo de la canción.
El séptimo arte se expresó acerca de esta jornada con la película
Bloody Sunday rodada en Inglaterra en 2002 bajo la dirección de Paul
Greengrass. El film documental cuenta la historia de dos jóvenes
irlandeses y dos miembros de las fuerzas británicas. Los primeros son
Ivan Cooper, un dirigente de la manifestación, y un rebelde católico
de 17 años que fue asesinado allí. Del otro lado la historia
se narra desde los personajes del comandante del ejército y un joven
soldado inglés. La película incluye imágenes grabadas
con cámara al hombro y exhiben con crudeza los hechos de aquel fatídico
día. Bloody Sunday apuesta a hacer un relato fáctico de lo ocurrido,
en vez de apelar a la demagogia y a sensibilidades exaltadas. Quizá
por eso ganó el Oso de Oro en el Festival de Berlín de 2002.
JULIO 2009