El principal protagonista del Clausura 09.
Por Patricio
López
patriciolopez89@yahoo.com.ar
¿El
lirismo de Ángel Cappa volcado en su sorprendente Huracán? ¿La
promesa de buen fútbol basada en juveniles que transmite Lanús
desde aquel campeonato conquistado en 2007? ¿El Vélez de Gareca
que busca alcanzar su punto justo de consolidación para creerse el
futuro campeón? Todavía no se sabe cuál de estos tres
equipos se consagrará a falta de cinco fechas para la finalización
del Clausura, pero lo que ya está instalado como una variable dominante
en el campeonato argentino es la temible y reiterada rotura de ligamentos
cruzados.
La rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla es una lesión que
viene cobrándose el alejamiento de las canchas de más futbolistas
a medida que avanzan los torneos, en particular durante este torneo. A pesar
de que no se lleva una estadística sobre el número de afectados
por esta problemática, repasando velozmente cada fecha jugada, se pueden
recordar los rostros de dolor de Pablo Barrientos y Agustin Orion (ambos de
San Lorenzo) Agustín Alayes (Estudiantes), Diego Villar (GELP) y recientemente
la del juvenil Ezequiel Muñoz durante el encuentro entre Boca y Central.
El jugador mientras está siendo atendido en el campo de juego por un
golpe en la rodilla imagina lo peor, sueña con que sea un fuerte esguince
para solo estar marginado de las canchas por 3 semanas. Lamentablemente, ese
fervoroso deseo de retirarse del estadio con solo un esguince no fue concedido
por el destino a los jugadores previamente mencionados.
Este tema fue instalado en el mundo futbolístico y ya se empiezan a
discutir cuales serían las causas que desembocan en este preocupante
fenómeno. Preparadores físicos y personal médico de los
clubes coinciden en que los factores pueden buscarse en la sobre exigencia
deportiva e hincapié en la parte física durante los entrenamientos
en la semana que hacen los técnicos sobre sus dirigidos. Otro motivo
de este problema es la falta de confianza de los entrenadores en todos sus
jugadores lo cual imposibilita el famoso recambio para afrontar torneo local
y competencia internacional con diferentes equipos; recién en estos
últimos meses se está empezando a considerar este factor (Ischia
es un caso aplicable a este punto). También se debe considerar el estado
del campo de juego y a partir de su conocimiento elegir el calzado correcto,
el caso de Barrientos esquematiza esta situación ya que su rodilla
se trabó debido a que los tapones de su botín quedaron hundidos
en el barro del terreno. Por último, y no de menor consideración,
la presión bajo la que están sumergidos los jugadores hoy en
día interfiere en su desarrollo físico y puede influir en trastornos
corporales.
A falta de cinco fechas para la finalización y con la incertidumbre
de quién será coronado como campeón, el mayor logro sería
que el torneo se despida sin ninguna victima más de esta pesadilla
llamada rotura de ligamentos cruzados.
MAYO 2009-05-22