INVESTIGACIÓN | La sustentabilidad en la moda.

“El conocimiento sobre moda sustentable afecta considerablemente el modo y los medios de producción textil y está fuertemente vinculado con cuestiones éticas y morales.”

Por Pedro Dellacasa y María Luz Scarponi.

Se intentará demostrar que el conocimiento de ciertos conceptos y cuestiones acerca de la moda sostenible o sustentable afecta de manera considerable la forma de producción y la cantidad de ítems o prendas que las marcas de indumentaria estiman para sus diversas colecciones. Esto se debe a que siendo “sustentable” o cuestiones afines la manera tradicional de producción debe ser reemplazada por otras de manera que exista un menor consumo de energía, materiales o telas más amigables con el medio ambiente, diversas prácticas sustentables, la producción en cantidad sería reemplazada por la producción a pequeñas escalas o a pedido, la personalización de aquellos actores que intervienen en el proceso creativo de la prenda, entre otras cuestiones.

De manera que, al tener en cuenta todas estas cosas que nombramos anteriormente, la sustentabilidad en la moda implica que haya también una cierta lógica de moral y ética en el sentido que al hacer o producir pequeñas cantidades de prendas estamos siendo conscientes del medio ambiente además de que se evitaría un mayor desperdicio en cuanto a materia prima, servicios, energía, mano de obra y recursos. De alguna manera implicaría que se haga foco en producciones más pequeñas, más a medida, con menos excedentes de prendas, con mejores prácticas y procesos que de alguna manera responden a una política de responsabilidad social empresaria y de cuidado del medio ambiente.

La moda sustentable es un eslabón más de una amplia tendencia que engloba al diseño cuyo fin es la elaboración de un producto teniendo en cuenta el impacto ambiental y social que se genera durante todo el proceso desde el inicio hasta su culminación. Teniendo en cuenta esto, muchos diseñadores de moda en la actualidad están implementando distintos métodos de conciencia ecológica a través de la utilización de materiales ambientales amigables y métodos de producción socialmente responsables en su producción.
Según explican desde Earth Pledge, una organización sin fines de lucro comprometida a promover y apoyar el desarrollo sustentable, “al menos 8000 sustancias químicas se utilizan para convertir las materias primas en los textiles y el 25% de pesticidas son utilizadas para el cultivo del algodón no orgánico. Esto provoca daños irreversibles en las personas y el medio ambiente biofísico, y también dos tercios de la huella de carbono de las prendas se producirá después de su adquisición.”1
Hay tres factores claves que forman parte del concepto de sustentabilidad y tras los cuales se basa este modelo, que son la economía, el medioambiente y la igualdad social. Estos tres pilares están interconectados y deben convivir los tres en equilibrio para un buen desarrollo del tema. Se tiene en claro que la economía es un factor clave para el progreso y organización de la vida de las personas, pero esta se sustenta a base de los otros dos factores, es decir sin capital humano o bienes naturales no podría desarrollarse de forma completa. A su vez mientras haya pobreza no puede convivir la economía ya que no hay consumo y así no se cumple la premisa de igualdad social. Y por último sin el medioambiente es imposible que se desarrolle la vida humana principalmente por lo cual tampoco se conviviría la economía. (Perez, 2007).

Algunas cuestiones problemáticas de la industria de la moda tradicional

La industria de la moda es la segunda industria que más contamina el planeta, luego de la industria del petróleo.
El impacto ambiental que tiene se manifiesta en la contaminación del agua a través de residuos tóxicos, el exceso de uso de agua en la producción de fibras y ropa y en la cantidad de basura que genera, tanto en su producción como en el número de prendas desechadas.
“Se pueden llegar a utilizar hasta 200 toneladas de agua fresca por cada tonelada de tela que se tiñe, se llegan a necesitar hasta 20,000 litros de agua para producir 1kg de algodón, se iberal alrededor de 1,900 microfibras al mar cada vez que se lava una prenda de tela sintética, como poliéster o nylon, y una familia en promedio llega a tirar 30 kg de ropa al año, ya que sólo el 15 por ciento de la ropa que ya no se utiliza es reciclada o donada. Estos son solo unos ejemplos del impacto de la moda, sin contar con que es una de las industrias que ha tenido varios problemas laborales.”2
Distintas organizaciones y ONGS medioambientales muestran no solo la problemática que se plantea en cuanto a la industria de la moda y el daño que produce anualmente al medio ambiente, sino también otras actividades e industrias que por muchísimos años tienen problemáticas similares a la industria de la moda y que quizás no sea ha tomado una real dimensión de todo lo malo que resultan estas practicas sino que hay actividades que muestran poco interés en adoptar medidas que de alguna manera ayudan a resolver o palear todas estas problemáticas y cuestiones que no son menores y que cada vez son mas grave para la naturaleza y todo lo que engloba.
“Cada vez que se lava en la lavadora un lote de ropa hecha de poliéster, acrílico y algodón mezclado con poliéster –los tejidos sintéticos más comunes en la ropa de consumo masivo–, al menos 700 mil fibras de micro plástico se liberan hasta terminar en los océanos, según un estudio de la Universidad de Plymouth.”3 Multiplicado eso por todas las lavadoras particulares e industriales del mundo, los resultados son escandalosos.
“La ONU calcula que cada año medio millón de toneladas de micro plástico se lanzan al mar por lavar la ropa. Además, sigue la ONU, cada segundo se llevan a los vertederos o se queman el equivalente a un camión de basura lleno de productos textiles.”

John Hilary director ejecutivo de War on Want explica el concepto de producción globalizada como aquel que subcontrata a economías de bajo costo para fabricar las mercancías. “En los años sesenta el 95% de la ropa de los Estados Unidos se hacía en el país, actualmente solo el 3%. El resto es subcontratado en países en desarrollo”. Esto realmente produce que los grandes empresarios ubicados en la cima de la cadena de valor están en condiciones favorables para elegir donde confeccionar sus productos según los precios que mejor les convienen. Las fábricas contratadas, se encuentran en una posición de desventaja, y negocian con las marcas un costo de producción que es cada vez más bajo y debe adecuarse a los que son impuestos por los empleadores, ya que si no los aceptan buscaran otro taller. Como método de adecuación a los bajos costos de producción se deben recortar gastos los cuales repercuten directamente en las medidas de seguridad de los trabajadores (The true cost, 2015)

Justin Mog en su charla Ted de 2015 “The Mith of the environmental sustentability” de alguna manera explica que la población no vive ni piensa de manera interconectada, no se tiene en cuenta que cada acto o acción que produce el ser humano en particular tiene una consecuencia en el medio ambiente y en la sociedad, y cuando hacemos referencia al medioa ambiente no se trata solo de la naturaleza sino que también del grupo de personas con las cuales vivimos. Teniendo en cuenta esto, el autor sostiene que para lograr un cambio que impacte de manera positiva en el planeta se debe establecer un equilibrio en todas estas acciones o cuestiones, igualando así los conceptos de sustentabilidad con equilibrio.
Esto también se relaciona con la descripción de sustentabilidad de John R. Eherenfeld en “Cultural, Structure and the Challenge of Sustainability” de 1999, la define como un estilo de vida responsable y consiente de que la actualidad que nos pertenece hoy en día debe responder al futuro, compartir de la misma manera los recursos ecológicos de los cuales dependen las próximas generaciones y otras especies, para asegurar las necesidades básicas del presente y futuro. (Gardetti, 2017)

La Moda en Argentina:
Datos estadísticos de lo que representa la industria de la moda en nuestro país.

Slow y Fast Fashion

Es importante destacar que en los últimos años la tendencia por el Slow Fashion creció en gran medida. La revista Vogue5 define a la moda lenta como “la manera de pensar, hacer y consumir la moda de manera consciente e intencionada, fomentando el cuidado de los procesos de producción… El cambio que propone el Slow Fashion no sólo involucra a diseñadores y marcas, que buscan generar cambios hacia un futuro mas verde, sino que también interpela a quienes compran esas prendas”. Es una reacción al Fast fashion, es decir a un modelo de producción masivo que utiliza desmedidamente los recursos sin calcular el impacto social y medioambiental que produce este tipo de industria.
Frente a esto, podemos destacar que hay un crecimiento de consumidores conscientes por esta problemática, ya que a la hora de elegir productos, prefieren prendas de calidad y duraderas, las cuales no son desechables fácilmente, todo lo contrario, están pensadas para ser usadas a largo plazo y buscan que sean atemporales, para combinarlas con diferentes outfits y darles una mayor vida util. Se trata de aquellas prendas que sirven para varias temporadas y no desecharlas al siguiente año cuando la tendencia caduca.
Dentro de la ola de la moda lenta, el consumo por prendas vintage aparece como opción para contribuir al medioambiente. Darles nuevamente uso a prendas que ya fueron utilizadas, reinventadolas, interviniendolas con accesorios y resignificandola, genera la idea de exclusividad y vanguardia en muchos jóvenes que buscan diferenciarse del resto, ya que este tipo de productos son únicos y no pueden conseguir en cualquier retail. Dejar de lado el concepto de réplica y copia, para dar paso a lo auténtico y genuino, logrando al mismo tiempo, un impacto positivo con el planeta.
La influencer @thebernieblog, comunicadora especialista en moda, explica que debido a la pandemia se acrecentó el Slow Fashion, ya que durante este último año predominó el uso de ropa de casa como joggings y pijamas, pero sobre todo se redujo el consumo de indumentaria, ya que hubo una necesidad mayor de invertir en productos esenciales.
Bernie afirma que hay un crecimiento del consumo responsable a la hora de comprar, ya que buscan cuidar al medioambiente pero al mismo tiempo, la cuestión económica predomina sobre este tema.
En Argentina puntualmente el valor de una prenda importa y a la hora de elegir un producto el precio tiene un gran peso durante el proceso de compra. El consumidor argentino promedio tiene en cuenta el valor monetario y muchas veces prefieren invertir en un producto de menor calidad pero con un costo menor. La influencer explica que en nuestro país esta tendencia poco a poco se va asentando pero que la cuestión monetaria tiene un gran valor durante la toma de decisiones.
Al mismo tiempo, la especialista en moda explica que en un futuro el Fast Fashion va a caducar porque la bajada de línea por parte de las grandes marcas como Gucci o Yves Saint Laurent es muy grande, ya que pasaron de presentar cuatro temporadas en un solo año a dos líneas por año, disminuyendo desfiles y presentaciones de nuevos diseños. Si la bajada de línea viene desde arriba, las tendencias van a ser más espaciadas y de a poco se producirá un cambio.
Un punto importante que destaca la influencer es que las próximas generaciones son las más concientes sobre esta problemática, ya están programadas para militar cuestiones más importantes como lo es el cuidado del medio ambiente y el consumo responsable. Los jóvenes de hoy en dia deben seguir trabajando en este cambio. De hecho, actualmente hay muchos sitios web donde revenden ropa, buscan que la vida útil de estos productos perdure por años con otras personas que lo necesitan. También muchos jóvenes emprendedores a la hora de producir realizan el famoso “pre order” para no producir de más, sino que se basan en una producción a demanda donde buscan reducir gastos (económico, de producción, etc).
La cuestión contracultural también es algo propio de este movimiento, ya que busca romper con los parámetros que impone la sociedad a la hora de consumir (de forma rápida, masiva, industrializada y despersonalizada) explica la bloguera. Sin embargo, es un movimiento que esta en pleno crecimiento pero al ser un discurso bastante idealista es complejo llevarlo a la práctica.

Análisis e interpretación de la hipótesis

Teniendo en cuenta todos estos factores, datos, información y demás ofrecida anteriormente en las primeras páginas de nuestra investigación, podemos interpretar algunas consideraciones que son importantes destacar.
En primer lugar, consideramos que cuanto más conocimiento tenga una persona/empresa que se dedique a la industria textil directa o indirectamente y cuanto más responsable sea esta, acerca de mejores prácticas productivas o empresariales, su producción podría verse afectada en volúmenes de cantidad o insumos y de alguna manera sus ingresos pueden variar en relación a lo anterior.
Cabe destacar que como se vio en los gráficos, nuestro país pasó de tener una equilibrada importación y exportación textil o afines a la industria a un déficit en la balanza comercial, ya que superada la etapa de los 90 y primeros años de los 2000 la importación fue superando a la exportación considerablemente año a año.
Todas estas políticas ambientales y cuestiones relacionadas al medio ambiente no solo en nuestro país sino que a nivel mundial han ido teniendo mayor relevancia año a año hasta llegar a una, si se quiere, tendencia donde muchas empresas e industrias estarían re adaptando sus recursos, materias primas y métodos de producción para entre otras cosas, cuidar al medio ambiente, producir menos desechos, establecer un consumo medido, equilibrado y por último adaptar políticas de empleo y sociales que permitan incluir a los sectores más vulnerables dentro del sistema y por ende haya una menor desigualdad.
En segundo lugar, es muy pronto dar una opinión concreta y justificada acerca de cuánto, en qué porcentaje la adopción de medidas o recursos amenos con el medio ambiente mejoro o empeoro la productividad o ganancia de empresarios o personas afines al sector textil, creo que es necesario para hacer un buen análisis por lo menos dejar pasar un tiempo e ir recolectando experiencias e información a fin de poder sacar mejores conclusiones que den una mayor precisión y certeza de los distintos acontecimientos que fueron y van sucediendo. Tengamos en cuenta que hace 5 años atrás no hablábamos de un concepto de moda sustentable y recién a partir de hace muy poquito tiempo empezaron a haber algunas ideas y proyectos producto quizás de lo que está sucediendo con el calentamiento global, con la desigualdad, con las pésimas condiciones laborales que se encuentran algunas personas del sector productivo textil en país en desarrollo, entre otras cuestiones.
Cuando nos referimos a en la hipótesis planteada acerca de la moral y la ética, es para poner en consideración que por ejemplo una política de responsabilidad empresaria (la cual implica muchas cuestiones internas de cada empresa) seguramente sean bien vistas por el público en general, la población o los consumidores finales, pero hay que ver si los empresarios tienen la voluntad de adherirse a estas prácticas, si tienen la voluntad de hacer producciones textiles de manera “más consciente” si tienen ganas de producir menos y de pagar un mayor costo de producción, ya que al producir menor cantidad de prendas el costo de producción es más alto.
Por eso sostenemos que ciertamente el modo y los medios de producción adoptando medidas o practicas sustentables y mas aun teniendo conocimiento de la gravedad que implica para el medio ambiente los resultados pueden variar constantemente, quizás porque en una primera instancia no todas las empresas adopten una manera de producción sustentable, o quizás porque los empresarios no están queriendo resignar parte de sus ganancias y no estén dispuestos a pagar más caro por una producción o producciones más pequeñas.

Conclusión

Frente a esto podemos decir que la moda sustentable busca reemplazar la producción tradicional de indumentaria, disminuyendo en menor medida el consumo de energías, utilizando materiales eco-friendly y aplicando una política responsable en la mano de obra que intervienen durante el proceso productivo.
Además, es importante tener en cuenta que el Slow Fashion es un nuevo concepto que apareció en estos últimos tiempos como respuesta de producción consciente y responsable, dejando atrás el Fast Fashion, donde predomina masividad y los grandes volúmenes de prendas a costos menores. El consumo consciente busca que la vida útil de una prensa siga su curso, que aquellas personas que necesitan de esa prenda puedan reutilizarla. Lo que se busca básicamente es resignificar el producto y no desecharlo y aportar basura al medio ambiente.
Asi mismo, podemos detectar que al hablar de ética y moral empresarial va a estar ligada a la voluntad de las compañías por producir un cambio de impacto en el medioambiente y en la sociedad, va a depender de qué tan dispuestos estén en invertir en producciones con costos monetarios mayores y con menores cantidades de producto. Frente al concepto que la industria textil es la segunda industria que más contamina, queda en cada empresa ser realmente honesto y repensar toda su producción para contribuir y aportar positivamente al medioambiente.

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